Martes, 31 de enero de 2023
  • Los días 10, 11 y 12 de febrero se presenta en el Teatro de La Abadía El muro. Un formato ideado por Juan Ayala que tiene como punto de partida el encuentro real en el teatro entre dos personas que no pueden permanecer físicamente en el mismo espacio porque tienen su libertad de movimiento muy limitada.
  • La producción está dirigida por Egly Larreynaga y, entre los artistas invitados se encuentran, entre otros, Igor Shugaleev, bielorruso refugiado en Polonia perseguido por el gobierno de Lukashenko, o Nabil Al-Raee, director del Freedom Theatre de Palestina, cuya movilidad en su propio territorio está restringida por el conflicto con Israel.
  • La producción contará cada día con interlocutores diferentes y se realizará tanto en Madrid como en Bristol gracias al programa International Collaboration Grants del British Council.

Madrid, 31 de enero de 2023.  La ONU estimó en 281 millones el número de personas migrantes en 2020. Un año en el que, un 3,8% de la población mundial cambió de residencia cruzando la frontera de sus países. Dentro de este número se encuentran también exiliados, refugiados, personas a las que se les ha prohibido el uso de su pasaporte… Así, precisamente el año en el que el mundo cerraba sus fronteras por la COVID-19, se duplicaba la población migrante respecto a la década de los noventa.

En pleno confinamiento, cuando todos descubrimos las herramientas de diálogo virtuales, el creador Juan Ayala se preguntaba si el teatro era capaz de reunir a personas que físicamente no podían estar en el mismo lugar. De esta manera nace el proyecto El muro, que se presenta los próximos días 10, 11 y 12 de febrero en el Teatro de la Abadía, bajo la dirección Egly Larreynaga, y desarrollado gracias al programa International Collaboration Grants del British Council, la organización del Reino Unido para las relaciones culturales y las oportunidades educativas.

La obra pone de manifiesto como, aunque tras la pandemia la ciudadanía en general recuperó su movilidad, todavía siguen existiendo artistas que no pueden desplazarse de forma libre en pleno siglo XXI. Esta premisa es el punto de partida de un periodo de investigación y encuentro que ha dado como resultado la “función”. Una “función” que cuenta con artistas invitados como Igor Shugaleev, bielorruso refugiado en Polonia y perseguido por el gobierno de Lukashenko, o Nabil Al-Raee, director del Freedom Theatre de Palestina.

Un encuentro en tiempo real, que combina lo remoto con lo presencial

El espectador presenciará un encuentro en el teatro de dos actores que representarán en castellano, en tiempo real, la reunión en remoto de dos artistas invitados que tienen su “movilidad comprometida” por causas políticas, económicas o que “tienen una relación con la movilidad distinta a la norma, como podría ser la limitación dentro de su propia ciudad porque los barrios colindantes están ocupados por bandas o militares”, explica Miguel Oyarzun, productor de El Muro.

En palabras de Juan Ayala (concepto y dramaturgia), el montaje se define como “real time verbatim” porque en la representación “se va a traer al teatro de forma fiel lo que pasa en otra parte del mundo. De alguna manera lo real es lo remoto y lo presencial lo que sucede en escena. Ahí se da la tensión teatral entre lo real y lo representado”.

Artistas invitados en remoto de Irak, Bielorrusia y El Salvador, entre otros

El día 10 de febrero tendremos el primer par de artistas invitados: el iraquí, Mokhallad Rasem, asociado al teatro belga Toneelhuis, y el refugiado bielorruso Igor Shugaleev, que se encuentra en exilio, tras escapar de Bielorrusia para evitar ser encarcelado tras publicar un vídeo irónico sobre un funcionario del gobierno de Lukashenko. El 11 de febrero el encuentro será entre Lucero Millán, directora del Teatro nicaragüense Justo Rufino Garay y Riwa Houssami, libanesa que trabaja como payasa en los campos de refugiados de su país. Para terminar, el 12 de febrero conversarán Nabil Al-Raee, director del Freedom Theatre de Palestina y Magda Henríquez, que forma parte de una compañía de mujeres que hacen espectáculos y talleres en El Salvador.

Estas conversaciones diferentes y únicas convierten cada representación en irrepetible. “Nosotros sabemos cuál es su historia, pero cada uno de ellos contará al otro algo por primera vez. Una experiencia personal que tampoco han escuchado los actores que están en escena, pero que deberán representar” apuntan los creadores.

Actores presenciales para un montaje cercano a la perfomance

El montaje de El muro se encuentra más cerca de la performance, donde hay unos elementos conocidos por los actores, pero que, a su vez, deben estar predispuestos a que pasen cosas desconocidas para ellos. La libertad de movimiento, la censura y la autocensura, el teatro como medio provocador del cambio social o la comunicación transfronteriza son algunos de los temas sobre los que se vertebra este hecho teatral que el espectador podrá presenciar en el Teatro de La Abadía.

Tras un casting de más de 400 personas, Juan Ayala, Egly Larreynaga y Miguel Oyarzun comenzaron un proceso de investigación con los actores Ksenia Guinea, Maite Jáuregui, Chumo Mata y Freddy Wiegand, que harán de intérpretes en un sentido más amplio (con su conocimiento del idioma de los interlocutores en remoto y por sus dotes teatrales). Este elenco llega solo con una partitura al escenario, un guion, sin saber qué conversación tendrán los artistas invitados en remoto.

Un proyecto galardonado con las International Collaboration Grants de British Council

El muro ha sido desarrollado gracias al programa International Collaboration Grants del British Council, la organización del Reino Unido para las relaciones culturales y las oportunidades educativas. Se trata de la primera edición de este programa de ayudas, dotado con cinco millones de libras esterlinas, que está destinado a promover la colaboración internacional y la innovación entre instituciones artísticas británicas y de otros 41 países del mundo, incluido España.  Así, las International Collaboration Grants abordan distintas diciplinas (desde las artes escénicas- como es el caso de El muro- hasta la literatura, pasando por la música o el diseño, entre otros), poniendo el foco en la innovación y apostando por la colaboración con nuevos creadores y países. De esta manera, El muro ilustra de forma clara el propósito del British Council, buscando crear conexiones, entendimiento y confianza entre los ciudadanos británicos y de todo el mundo, a través de las artes y la cultura, la educación y el inglés.

El muro es una coproducción entre Tobacco Factory Theatres, en Bristol, donde Ayala, como no-nativo británico, dirigirá el encuentro, y La Abadía, donde la dirección corre a cargo de la salvadoreña Egly Larreynaga. Ambos cuentan con la producción de Miguel Oyarzun en una dramaturgia a tres bandas, que más que la “elaboración de un texto cerrado es una guía”, sobre un encuentro que solo se llevará a cabo una vez. El muro se representará también en Bristol los próximos días 22, 23 y 24 de febrero.