Alumna de primaria en clase

Los padres que hayan pasado del título y estén leyendo esta línea es muy probable que tengan un hijo con una edad cercana a la escolarización. Cuando se acerca este hito, las dudas, búsquedas en internet y consultas a familiares y amigos se hacen cada vez más frecuentes y pretenden arrojar luz ante un nuevo escenario para el que, como en tantos otros, nadie 'nace sabido'.

Hemos hablado con Silvia Prado y María Piperides, dos expertas del British Council School que, además de orientar a los dubitativos papás que se interesan cada año por nuestro centro, tuvieron que elegir en su día un cole para sus hijos. Estas son algunas de las claves que nos ofrecen para aclarar nuestras ideas sin morir en el intento.

  1. El proyecto educativo. Es la razón de ser de cualquier centro y suele aglutinar sus principios, misión, planes concretos y recursos. Nuestras expertas apuntan la importancia de que el colegio al que acudamos pueda ofrecer respuestas sólidas y claras sobre su organización académica, el currículum que imparte, el enfoque pedagógico, su visión o los planes de futuro. Todos estos aspectos son reveladores respecto al compromiso que el centro tiene con los alumnos y sus familias.
     
  2. La visión, los valores y el enfoque pedagógico. Son elementos fundamentales del proyecto educativo sobre los que tenemos que indagar con detenimiento, puesto que nos permitirán discernir si la oferta del colegio está en conexión con el ideal de educación que queremos ofrecer a nuestro hijo.

  3. Los profesores. Los requisitos que exige el centro en sus procesos de selección de personal, la antigüedad media de sus docentes, el ambiente que se respira en las salas de profesores y en los pasillos e incluso la calidad de los trabajos que están expuestos en las paredes suelen ser buenos indicativos de la calidad del equipo docente. En cambio, las evidencias sobre los resultados académicos -ya sea a través de los datos facilitados por el colegio o por su aparición en diferentes rankings- son un factor inequívoco de la labor educativa que está llevando a cabo.

  4. Idiomas. ¿Buscamos un centro de educación bilingüe, uno que no lo sea, un colegio británico o uno alemán? Para las familias que apuestan por el binomio lingüístico castellano – inglés es importante aclarar que un centro bilingüe es aquel en el que se imparte el contenido académico a través de esas dos lenguas vehiculares. 

    Un colegio británico es, en cambio, aquel que sigue la normativa, el currículum y la metodología británicos. Por defecto, todos los colegios británicos son bilingües, pero no ocurre igual a la inversa. Descubre más detalles sobre el proceso de acreditación de colegios británicos en España en nuestra página web
  5. Localización. Si no se tienen las ideas muy claras respecto a los factores descritos anteriormente, es posible que en nuestra elección primemos la cercanía o disponibilidad de transporte frente a un determinado enfoque pedagógico o un modelo de educación bilingüe. 


    Aunque la conciliación es un factor fundamental para hacer sostenible nuestro día a día, las expertas recomiendan tener una idea clara del tipo de educación que queremos ofrecerle a nuestro hijo para que a partir de ahí –y siempre que sea posible- intentemos encajar nuestro puzle logístico.

Alumnos de secundaria en clase

 6. Precio, instalaciones y oferta extra académica. Agrupamos estos tres factores en un solo punto porque guardan una estrecha relación entre sí. Las familias que se plantean optar por un centro privado o concertado deben sopesar el tipo de servicios incluyen sus honorarios y el valor que las instalaciones puede aportarle al bienestar de su hijo.

 La cuestión de las actividades extraescolares en centros públicos, privados y concertados es también clave en tanto en cuanto nos ayudarán a completar la formación curricular de nuestro hijo y actuarán como puente facilitando la conciliación del horario laboral y el escolar.

7. Inquietudes personales. Independientemente de su edad, cada niño es único y cada fase de su desarrollo, también. En cada una de ellas nuestro hijo nos va a ir ofreciendo pistas sobre cuáles son sus intereses, habilidades y áreas de mejora. Se trata de una información muy valiosa que nos puede ayudar a decantarnos por un proyecto educativo concreto, determinadas actividades extraescolares, etc.

8. Fuentes de inspiración. Una vez que las familias han llegado a un consenso sobre sus expectativas respecto a los puntos anteriores, pueden valerse de guías informativas, ferias educativas, páginas web especializadas y especiales de prensa para empezar a elaborar su lista de opciones. 

En este sentido, el hecho de consultar y pedir referencias a nuestros familiares, amigos o a profesionales de la educación resulta fundamental para ir afinando nuestra selección y contar con una visión personal que va más allá de la información que hemos encontrado o que el centro nos ha facilitado.

9. Visita, percibe y pregunta. Una vez que hemos hecho una preselección de centros, nuestras expertas recomiendan visitarlos y plantear todas las cuestiones que se nos ocurran porque “ninguna pregunta es tonta” y la receptividad y transparencia con las que el centro las reciba y responda nos va a proporcionar una información valiosísima.

En general, es interesante ver las aulas donde nuestro hijo pasará la mayoría de su tiempo, los espacios de recreo y las zonas dedicadas a la gimnasia o a los trabajos de psicomotricidad. También debemos prestar atención a cuestiones como los accesos, los elementos de seguridad de las esquinas, la altura de los pasamanos de la escalera, etc.

Preguntar por protocolos como los de entrada y salida del centro e indagar sobre las herramientas de comunicación que emplean con las familias (así como su periodicidad) también nos hablan de la transparencia y del modelo de gestión del centro

10. Apoyo psicopedagógico. Es un factor que depende de la visión del centro y de los recursos que dedica a esta cuestión. En cambio, nuestras expertas señalan la importancia de la existencia de psicólogos y orientadores que fomenten un buen clima de convivencia, motiven a los alumnos y detecten o apoyen necesidades especiales de aprendizaje. 

Con todas estas pistas y puntos a valorar, estableceremos una completa hoja de ruta que nos permitirá encontrar el centro que mejor se adapta a nuestras exigencias y circunstancias familiares. Si tenéis cualquier duda sobre la elección de un centro británico, podéis escribirnos a este e-mail. Ya solo nos queda señalar la importancia de ser pacientes durante la búsqueda y desearos la mejor de las suertes :-)