Por Anne Wilding

04 abril 2019 - 16:46

aprender ingles desde cero

¿Estás empezando a aprender inglés desde cero? Puede parecer una tarea abrumadora, pero también es un camino muy emocionante. La experiencia de quien se adentra en esta aventura tiene muchas ventajas respecto a los niveles intermedio y avanzado: todo es nuevo y útil, cualquier contenido que te encuentres en inglés es una oportunidad de aprender, y los progresos se ven de forma más tangible que en cualquier otra etapa.

Es más, este aprendizaje te ofrece la oportunidad de descubrir una nueva faceta de tu personalidad, ya que cada idioma te aporta nuevas formas de pensar y, hasta cierto punto, una nueva imagen de ti mismo. Seguro que tienes tus propias razones para aprender inglés: hay alguien ligeramente distinto en quien te quieres convertir, o cosas que quieres ser capaz de hacer. Piensa en esa imagen, en ese futuro “tú” que habla inglés, mientras lees estas seis recomendaciones para empezar a aprenderlo.

1. Busca contenidos de tu nivel, o sé creativo cuando uses otros materiales.

Hay muchos recursos erróneamente clasificados como para principiantes, pero si buscas bien encontrarás material que de verdad está pensado para quien no sabe nada de inglés. Puedes comenzar con los recursos de nuestro sitio web LearnEnglish para el nivel A1. Después, con una búsqueda en YouTube acabarás reuniendo una buena selección de vídeos. Algunos, como English Today o Headway, tienen forma de mini series y pueden ser divertidos. Otros se parecen más a las clases tradicionales, con pizarra y profesor.

Tómate tu tiempo para probar con distintos sitios web, vídeos y libros de texto de la biblioteca, hasta que encuentres algo que encaje con tu estilo. Seguro que te toparás con muchas tonterías por el camino (como en cualquier búsqueda por internet), pero no será una pérdida de tiempo, porque mientras buscas algo que te resulte atractivo para aprender estarás en contacto con el inglés.

Hasta los materiales que parecen demasiado difíciles pueden serte útiles si los utilizas de forma selectiva, centrándote en lo que sí entiendes, marcando lo que no entiendas para volver sobre ello más adelante, repitiendo las actividades que te atraigan y saltándote las largas explicaciones gramaticales (a menos que sea algo con lo que disfrutes, pero de eso hablaremos más adelante).

2. Céntrate sobre todo en el vocabulario

Algunas personas dicen que el vocabulario no sirve de nada sin una estructura gramatical que le dé consistencia, pero no es del todo verdad. Con un nivel básico de supervivencia se puede llegar bastante lejos gracias a unas cuantas palabras aisladas como coffee (café), ticket (billete), help (ayuda), please (por favor) o thank you (gracias). Como principiante, es fundamental llegar rápidamente a un punto en el que sientas que puedes hacer cosas en inglés, aunque solo sea pedir una bebida. Sin la recompensa de esa sensación de ser capaz de hacer algo, tu motivación empezará a decaer.

Eso no quiere decir que haya que “pasar” por completo de la gramática. No podrías aunque quisieras, pues la gramática es inherente a cualquier expresión que vaya más allá de dos o tres palabras, y precisamente por ello tu cerebro descifrará una buena parte de forma natural, inconscientemente. Fíjate en esta petición:

Can I have a black coffee, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner un café solo, por favor?).

Cuando ya conozcas esa expresión, puedes inspirarte en la carta de la cafetería para preguntar:

Can I have a green tea, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner un té verde, por favor?).

Can I have a lemonade, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner una limonada, por favor?).

No hay que ser un genio de los idiomas para darse cuenta de dónde hay que colocar la bebida en cuestión para hacer otra pregunta. Y aun así, aunque no estudies abiertamente la gramática, a nivel subliminal habrás notado que este tipo de preguntas empiezan con un verbo, que cuando pedimos “un” o “una” de algo usamos “a” delante del sustantivo, que el “please” se sitúa al final, que el color va delante del sustantivo al que describe. Puedes fiarte de tu instinto para comprender este tipo de cosas. Y, de momento, céntrate y trata de entender las palabras, en vez de las reglas gramaticales. Si quieres algunos consejos sobre cómo recordar nuevas palabras, lee nuestra entrada sobre cómo repasar vocabulario en inglés.

3. Escucha inglés todos los días

No importa qué oigas o cuánta atención le prestes, siempre y cuando sea inglés y sea frecuente. El objetivo es acostumbrar tu oído a los sonidos de este idioma, y para ello la comprensión no es lo esencial. Pero si escuchas inglés de forma regular, mientras friegas los platos o conduces de camino al trabajo, te habituarás a sus sonidos, ritmos y patrones de entonación, todo lo cual favorecerá que se te entienda mejor cuando tú mismo empieces a poner una palabra detrás de otra.

Es más, la familiaridad con los sonidos del inglés te ayudará a sentirte más a gusto con este idioma y logrará que tengas fe en que puedes aprender, que es el primer paso para cualquiera que se inicia en un campo nuevo.

Seamos claros: con esta sugerencia no estamos hablando de una escucha activa o de estudiar, sino simplemente de crear a tu alrededor un entorno como si estuvieras viviendo en un país anglófono. Puedes oír canciones, programas de entrevistas, narraciones, etc.: cualquier cosa que te haga sentir bien y te familiarice con los sonidos del inglés.

Tienes más ideas sobre la comprensión auditiva (el famoso “listening”) en cómo practicar tu listening en inglés por internet.

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4. Fija un tiempo diario para estudiar

Si reservas un tiempo cada día para aprender inglés, asimilarás mejor el vocabulario, ya que tu mente lo tendrá todo fresco. Para hacer rápidos progresos con el inglés, lo más eficiente es dedicarle poco tiempo pero a menudo. 

Cuando hayas adquirido el hábito, te parecerá que estudiar no es una obligación, porque es imposible sentirse agobiado ante la idea de ponerse con algo que hiciste también ayer. Veinte minutos al día es probablemente lo ideal para la mayoría de los principiantes: empieza con ese tiempo y auméntalo o redúcelo conforme a lo que te parezca mejor para ti personalmente. “Lo mejor” significa el máximo tiempo que puedas dedicarle sin cansarte o sin dejar de disfrutar con ello.

5. Aprende algo nuevo cada vez que estudies

Tomar notas y revisarlas puede ser útil, pero debes resistir la tentación de confiar demasiado en la idea de “aprenderte completamente” todo lo que pone en tu cuaderno antes de pasar a otra cosa. Un idioma no se limita a lo que hayas anotado: está por todas partes, y necesitas ver las palabras y las estructuras en una amplia variedad de contextos para captar plenamente sus significados.

Por ejemplo, quizá hayas visto por primera vez la palabra “light” como adjetivo, en frases como “a light room” (“una habitación luminosa”), después como “light blue” (“azul claro”), o quizá como “ligero”, lo contrario de “heavy”. Puede que más adelante te lo encuentres como sustantivo: “she switched the light on” (“ella encendió la luz”) o “the daylight was fading” (“la luz [del día] se iba” / “estaba oscureciendo”). Limitándote a revisar el ejemplo que hayas apuntado en tu cuaderno no podrías llegar a todos estos significados, y buscándola en el diccionario no te harías una idea de lo flexible que es esa palabra o de cuánto se utiliza.

6. Haz lo que te guste

En esta fase, es vital que no desarrolles sentimientos negativos respecto al inglés o a tu capacidad para aprenderlo. Si de verdad te lo pasas bien memorizando páginas y páginas de vocabulario, o leyendo detenidos análisis de estructuras gramaticales, ¡adelante! Pero si, como a la mayoría de la gente, te disgusta o incluso te asusta este tipo de enfoque, lo único que conseguirás será gastar tus energías y prepararte para el fracaso.

Escoge actividades que te interesen, y piensa sobre todo en sentirte cómodo y en disfrutar siempre. Tu principal meta para cada día debería ser que al día siguiente quieras volver a ponerte con el inglés. Si estás cansado y solo te apetece pasar los 20 minutos de hoy volviendo a ver un trozo de una película que te encanta o tu capítulo preferido de Friends (que ya te sabes de memoria en castellano), hazlo. ¡Y no te sorprendas si una vez te has quitado la presión de encima haces una pausa al poco rato para buscar una expresión, y tus 20 minutos resultan finalmente de lo más productivo!

Por último, no tengas reparo en visualizar cómo serás cuando hables inglés. ¿Por qué estás aprendiéndolo? ¿Qué posibilidades te abrirá de cara al futuro?

Cuando yo empecé a estudiar español, hace mucho, mucho tiempo, en Málaga, fue principalmente para tratar de ligar con los chicos. Después, el árabe de Marruecos me brindó un camino que me llevó hacia el humor y a hermosas canciones. Y el poco Sylheti que conozco lo aprendí fundamentalmente hablando de comida. 

¿Qué significa hablar en inglés para ti? ¿Literatura? ¿Viajes? ¿Actividades empresariales a nivel internacional? ¡Es importante recordarte a ti mismo para qué lo estás aprendiendo, e introducir estos temas con frecuencia en tu estudio, en el inglés que te pongas de fondo mientras vas en el coche, y en tus ilusiones cuando sueñes despierto!

Profesora de inglés Anne Wilding

Anne Wilding

Anne imparte clases a adultos y niños en el centro del British Council en Bilbao desde 2016. También redacta materiales didácticos, coordina sesiones de cuentacuentos y edita cuadernos de ejercicios para una editorial británica. En su tiempo libre disfruta caminando por las montañas del País Vasco, tomando café en las una de las múltiples cafeterías de Bilbao y escribiendo historias.

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