¿Estás empezando a aprender inglés desde cero? Puede parecer una tarea abrumadora, pero también es un camino muy emocionante. La experiencia de quien se adentra en esta aventura tiene muchas ventajas respecto a los niveles intermedio y avanzado: todo es nuevo y útil, cualquier contenido que te encuentres en inglés es una oportunidad de aprender, y los progresos se ven de forma más tangible que en cualquier otra etapa.
Es más, este aprendizaje te ofrece la oportunidad de descubrir una nueva faceta de tu personalidad, ya que cada idioma te aporta nuevas formas de pensar y, hasta cierto punto, una nueva imagen de ti mismo. Seguro que tienes tus propias razones para aprender inglés: hay alguien ligeramente distinto en quien te quieres convertir, o cosas que quieres ser capaz de hacer. Piensa en esa imagen, en ese futuro “tú” que habla inglés, mientras lees estas seis recomendaciones para empezar a aprenderlo.
1. Busca contenidos de tu nivel, o sé creativo cuando uses otros materiales.
Hay muchos recursos erróneamente clasificados como para principiantes, pero si buscas bien encontrarás material que de verdad está pensado para quien no sabe nada de inglés. Puedes comenzar con los recursos de nuestro sitio web LearnEnglish para el nivel A1. Después, con una búsqueda en YouTube acabarás reuniendo una buena selección de vídeos. Algunos, como English Today o Headway, tienen forma de mini series y pueden ser divertidos. Otros se parecen más a las clases tradicionales, con pizarra y profesor.
Tómate tu tiempo para probar con distintos sitios web, vídeos y libros de texto de la biblioteca, hasta que encuentres algo que encaje con tu estilo. Seguro que te toparás con muchas tonterías por el camino (como en cualquier búsqueda por internet), pero no será una pérdida de tiempo, porque mientras buscas algo que te resulte atractivo para aprender estarás en contacto con el inglés.
Hasta los materiales que parecen demasiado difíciles pueden serte útiles si los utilizas de forma selectiva, centrándote en lo que sí entiendes, marcando lo que no entiendas para volver sobre ello más adelante, repitiendo las actividades que te atraigan y saltándote las largas explicaciones gramaticales (a menos que sea algo con lo que disfrutes, pero de eso hablaremos más adelante).
2. Céntrate sobre todo en el vocabulario
Algunas personas dicen que el vocabulario no sirve de nada sin una estructura gramatical que le dé consistencia, pero no es del todo verdad. Con un nivel básico de supervivencia se puede llegar bastante lejos gracias a unas cuantas palabras aisladas como coffee (café), ticket (billete), help (ayuda), please (por favor) o thank you (gracias). Como principiante, es fundamental llegar rápidamente a un punto en el que sientas que puedes hacer cosas en inglés, aunque solo sea pedir una bebida. Sin la recompensa de esa sensación de ser capaz de hacer algo, tu motivación empezará a decaer.
Eso no quiere decir que haya que “pasar” por completo de la gramática. No podrías aunque quisieras, pues la gramática es inherente a cualquier expresión que vaya más allá de dos o tres palabras, y precisamente por ello tu cerebro descifrará una buena parte de forma natural, inconscientemente. Fíjate en esta petición:
●Can I have a black coffee, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner un café solo, por favor?).
Cuando ya conozcas esa expresión, puedes inspirarte en la carta de la cafetería para preguntar:
●Can I have a green tea, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner un té verde, por favor?).
●Can I have a lemonade, please? (¿Puedo tomar / Me puede poner una limonada, por favor?).
No hay que ser un genio de los idiomas para darse cuenta de dónde hay que colocar la bebida en cuestión para hacer otra pregunta. Y aun así, aunque no estudies abiertamente la gramática, a nivel subliminal habrás notado que este tipo de preguntas empiezan con un verbo, que cuando pedimos “un” o “una” de algo usamos “a” delante del sustantivo, que el “please” se sitúa al final, que el color va delante del sustantivo al que describe. Puedes fiarte de tu instinto para comprender este tipo de cosas. Y, de momento, céntrate y trata de entender las palabras, en vez de las reglas gramaticales. Si quieres algunos consejos sobre cómo recordar nuevas palabras, lee nuestra entrada sobre cómo repasar vocabulario en inglés.
3. Escucha inglés todos los días
No importa qué oigas o cuánta atención le prestes, siempre y cuando sea inglés y sea frecuente. El objetivo es acostumbrar tu oído a los sonidos de este idioma, y para ello la comprensión no es lo esencial. Pero si escuchas inglés de forma regular, mientras friegas los platos o conduces de camino al trabajo, te habituarás a sus sonidos, ritmos y patrones de entonación, todo lo cual favorecerá que se te entienda mejor cuando tú mismo empieces a poner una palabra detrás de otra.
Es más, la familiaridad con los sonidos del inglés te ayudará a sentirte más a gusto con este idioma y logrará que tengas fe en que puedes aprender, que es el primer paso para cualquiera que se inicia en un campo nuevo.
Seamos claros: con esta sugerencia no estamos hablando de una escucha activa o de estudiar, sino simplemente de crear a tu alrededor un entorno como si estuvieras viviendo en un país anglófono. Puedes oír canciones, programas de entrevistas, narraciones, etc.: cualquier cosa que te haga sentir bien y te familiarice con los sonidos del inglés.
Tienes más ideas sobre la comprensión auditiva (el famoso “listening”) en cómo practicar tu listening en inglés por internet.
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